IA generativa en el aula
El descubrimiento de la IA generativa fue, para mí, un antes y un después en mi práctica docente. Dos personas tuvieron mucho que ver en esta experiencia: Miquel Flexas y José Navalpotro. Me invitaron en marzo de 2023 a realizar un taller en InnovaMallorca sobre 'Actividades competenciales en el ámbito científico', y fue allí donde escuché por primera vez hablar de la Inteligencia Artificial Generativa.
Al principio, sentía cierta reticencia, dudando si esta tecnología realmente aportaría valor en el aula. Sin embargo, hacia finales de curso, varios alumnos me entregaron trabajos con un lenguaje que nunca habían utilizado. Sospeché que estaban utilizando 'algo' que yo desconocía y que debía descubrir. Al darme cuenta de que mis estudiantes manejaban herramientas que escapaban a mi conocimiento, sentí una mezcla de sorpresa y determinación. Durante el verano de 2023, me sumergí en explorar las capacidades de la IA generativa y vi su impresionante potencial en el ámbito educativo.


Desde entonces, la IA no solo ha transformado la forma en que enseño, sino también cómo mis alumnos interactúan con el conocimiento. He descubierto que, lejos de reemplazar el papel del docente, la IA puede ser un aliado que potencia el aprendizaje y abre nuevas puertas a la creatividad y al pensamiento crítico.
Desde aquel verano de 2023, mi inmersión en el mundo de la inteligencia artificial se intensificó. Todo comenzó cuando leí uno de los libros de Guillermo Antón (el Profesor Productivo), lo que me llevó a seguir de cerca las investigaciones del Observatorio de Inteligencia Artificial en educación. Inspirado por sus trabajos, empecé a trastear con ChatGPT, Claude y otras herramientas de IA, creando mi mochila de herramientas que sigue creciendo


La curiosidad por descubrir el potencial de estas herramientas crecía con cada interacción, abriéndome a un universo de posibilidades que antes no había imaginado. A través de pruebas, errores y ajustes, fui comprendiendo que la IA no era solo una moda pasajera, sino una tecnología con el poder de transformar profundamente la enseñanza y el aprendizaje.


A medida que exploraba las capacidades de la IAg, comencé a experimentar con distintos prompts. Me sorprendió la precisión y la utilidad de algunos de ellos, que funcionaban a la perfección para diversas tareas educativas. Para no perder los mejores resultados, decidí organizar todos estos prompts en una hoja de cálculo que fui refinando y que sigo actualizando con el tiempo (enlace)
Este recurso se volvió tan útil que opté por compartirlo en redes sociales, donde docentes de diferentes lugares pudieron beneficiarse de estas ideas. El feedback que recibí de otros profesores confirmó que la inteligencia artificial no solo estaba revolucionando mi aula, sino también la de muchos otros que se atrevían a experimentar con estas nuevas tecnologías.
Pronto, varios centros educativos y personas interesadas en la inteligencia artificial me contactaron, solicitando mi ayuda para formarse en esta nueva herramienta.
A raíz de ello, comencé a participar en congresos y a colaborar con distintos centros educativos, donde pude compartir mis experiencias y guiar a otros docentes en la integración de la IA en sus propias aulas. Fue un proceso gratificante, en el que no solo enseñaba, sino que también aprendía de las ideas y enfoques que otros educadores tenían.
La IA generativa ha abierto puertas que jamás imaginé. Ha transformado mi aula y me ha conectado con educadores, dispuestos a reinventar la enseñanza. Estamos ante una revolución educativa, y depende de nosotros liderarla. El futuro de la educación está aquí, y no podemos quedarnos atrás