Uso de la IA generativa en un centro educativo (parte II)
Desafíos, impacto potencial y estrategias de mitigación sobre el uso de la generativa en un centro educativo: Calidad educativa
7/17/20252 min read


¿Y si la IA pone en jaque la calidad educativa?
Cada día más docentes incorporamos la inteligencia artificial generativa (IAg) en nuestras aulas. Pero detengámonos un momento. ¿Estamos educando mejor?
El impacto potencial de un uso descontrolado de la IAg en educación es preocupante:
Alumnado que deja de pensar críticamente porque "ChatGPT ya lo resuelve".
Creatividad sustituida por respuestas prefabricadas.
Copias, plagios, y trabajos sin alma.
Y algo aún más grave: una dependencia tan profunda que cuesta distinguir entre aprender y delegar el aprendizaje (hazme o ayúdame a hacer)
La calidad educativa está en juego. Y la amenaza no es la IA. La amenaza es cómo la usamos.
¿Cómo educar en tiempos de inteligencia artificial?
Fomentando el pensamiento crítico y creativo
Promover preguntas abiertas, debates éticos, dilemas morales, investigaciones que partan del asombro. Que el proceso valga más que el producto: “El camino hacia la respuesta revela más sobre nuestro aprendizaje que la respuesta misma.”
Enseñando el uso ético y crítico de la IA
Que el alumnado aprenda a citar correctamente, a diferenciar entre inspirarse y copiar. Enseñémosles a interactuar con la IA como una herramienta, no como una fotocopiadora.
Combinando IA con métodos tradicionales
La IAg puede generar mapas conceptuales, simulaciones o explicaciones adaptadas. Pero no sustituye una práctica de laboratorio, una observación directa, un diálogo socrático o una experiencia compartida en grupo.
Evaluando de forma reflexiva
El enfoque debe estar en cómo han llegado a la solución. Usemos diarios de aprendizaje, metacognición, rúbricas que valoren el razonamiento y no solo la respuesta final.
La inteligencia artificial puede generar textos brillantes, resolver problemas complejos y ofrecer resúmenes impecables. Pero hay algo que aún no puede simular: nuestra humanidad.
Creamos actividades que exijan emoción, juicio ético, interacción social, reflexión personal. Actividades que no se resuelven con un clic, porque apelan a lo que nos hace únicos como personas.
En definitiva, el aprendizaje se vuelve irreemplazable cuando está anclado en el criterio, el diálogo, la emoción, la ética y la conciencia del proceso.
Podemos integrar la IA en nuestras tareas, pero también podemos realizar tareas que la IA no pueda
La inteligencia artificial generativa está aquí, es el presente, no el futuro y no va a desaparecer. Lo que sí puede desaparecer, si no actuamos, es la esencia de aprender: la duda, el error, el descubrimiento.
Enseñemos a nuestro alumnado a usar la IA con cabeza, con corazón, con criterio. Que no dejen de pensar por delegar. Que no dejen de crear por copiar. Que no pierdan la alegría de aprender por el simple hecho de producir.
La IAg no nos reemplazará. Pero sí pondrá a prueba lo que realmente significa educar.
En todas mis formaciones me encanta siempre poner este vídeo de Santiago Bilinkis, que te hará reflexionar, también, sobre tí.
